HISTORIA
del Quichua
El quichua es originario del Perú y ha sido el idioma oficial en el Tahuantinsuyu, al que los europeos llamaran “Imperio Incaico”. Se calcula que ello ocurrió en el Siglo V en la región centro oeste del país andino. Dicen que originalmente era llamado ‘Runa Simi (Boca del Hombre, Voz del Hombre, Habla del Hombre).
Debe entenderse que, en este caso, se traduce como Hombre en el sentido de Ser Humano, por lo que ‘Runa Simi serviría para diferenciar la voz humana de las otras voces que se escuchan en el mundo. En el Siglo XVI , cronistas españoles describían una lengua general de los Incas como quichua, otros escribieron quechua. Hay entre los hablantes peruanos discrepancias en cuanto a utilizar o no las letras E y O.
Los impulsores del pentavocalismo indican que deben utilizarse las cinco vocales que los hispano hablantes conocemos. Los defensores del trivocalismo reclaman volver a la utilización exclusiva de las tres vocales que pronuncian los hablantes del idioma ancestral (A, I, U). Resulta sorprendente que aún entre los que defienden el trivocalismo, hay quienes dicen Quechua y no Quichua. Los quichuistas santiagueños decimos Quichua, mientras que una gran mayoría de hablantes de otras regiones, de otros idiomas y, en general los estudiosos, propician la adopción de la palabra Quechua, con ese sonido español que provoca la E reemplazando a la I. El quichua se ha expandido por gran parte de América del Sur, abarcando todo el Perú, gran parte de Bolivia, parte de Colombia, Ecuador, Norte de Chile y Noroeste de Argentina.
Por alguna razón, se ha conservado en gran parte de la provincia argentina de Santiago del Estero, constituyendo con el paso de los años un bastión lingüístico aislado físicamente del resto de las regiones quichuistas. Hay dos teorías respecto a cómo llegó el quichua a Santiago del Estero: Una dice que nuestra provincia llegó a ser parte del Tahuantinsuyu (Imperio Incaico para los españoles). Como el quichua era la lengua general en los territorios del Tahuantinsuyu, llegó a imponerse por encima de las lenguas comarcanas.
Otra teoría dice que el quichua llegó con los españoles, que venían acompañados por una gran cantidad de servidores tahuantinsuyanos quichua hablantes, los que habrían impuesto su habla como medio de comunicación entre los lugareños y los conquistadores europeos. El hecho es que, ya sea que llegó en tiempos prehispánicos o junto con la conquista, el quichua se arraigó en más de la mitad del territorio santiagueño, especialmente en una vasta región comprendida entre los ríos Dulce y Salado, constituyendo lo que el Profesor Domingo Bravo llamó “mesopotamia lingüística”.
Desde siglos pasados, en nuestra provincia trabajaron muchos estudiosos del quichua, destacándose entre ellos el Profesor Domingo Antonio Bravo, quien hizo un monumental trabajo de campo, conversando con quichuistas de casi toda la provincia, grabando y transcribiendo sus relatos en quichua y pidiéndoles que escriban en quichua según sus propios criterios. Todo ese trabajo investigativo de campo y el estudio de documentos y libros quechuas y quichuas, llevaron al Profesor Bravo a adoptar una signografía para el quichua santiagueño y escribir varios libros para el estudio y aprendizaje del idioma, incluyendo un Diccionario Quichua Castellano y un Diccionario Castellano Quichua.
Pasamos a tener una forma normalizada de escribir en quichua, con signos y formas que nos resultan fáciles para quienes, como ocurre en nuestro país, hemos sido alfabetizados en castellano. Esta signografía fue oficializada para Santiago del Estero por Resolución del Consejo General de Educación. El Profesor Domingo Bravo dictó cursos en distintos lugares de la provincia y del país. A la Escuela de Quichua del Alero Quichua Santiagueño la transformó en Curso Elemental de Quichua, dictado por docentes bajo su dirección. Abrió en la Universidad de Santiago del Estero la cátedra de Lingüística Regional, llevando así el quichua a la casa de altos estudios. El Profesor Bravo falleció en 1.997, a los 91 años de edad.
Para entonces, sus colaboradores en la UNSE continuaban dictando Lingüística Regional y docentes formados por él enseñaban quichua en distintos ámbitos. Entre ellos, destacamos la figura de la Sra. Ilda Juárez de Paz. En el año 2.000, se celebró en Santiago del Estero un Congreso Internacional de Quichua. En el año 2.004, las autoridades de la UNSE retiraron la Lingüística Regional y en el período lectivo siguiente incorporaron una diplomatura a cargo de gente de la Asociación de Investigadores en Lengua Quechua (ADILQ), que tiene sede en San Miguel de Tucumán y escribe utilizando el Panalfabeto que fuera aprobado por lingüistas peruanos y bolivianos. Tiempo después, ADILQ incorporó en nuesta Universidad la Tecnicatura Superior en Educación Intercultural Bilingüe con mención al quichua.
Para quienes quieren aprender o mantener vivo su conocimiento sobre el quichua, hay cursos y talleres en distintos lugares de nuestro país. Uno de ellos es el Taller Continuo de Quichua, libre y gratuito, en la Biblioteca Únzaga (esquina de Únzaga y Jujuy en la ciudad de Santiago del Estero) Los días Viernes de 18,30 a 20,30 hs.